En el primer caso, se debe considerar el 30% o más de las utilidades líquidas obtenidas por la empresa durante el año, y esto se reflejará en el balance general al final del año. La otra forma es el 25% del sueldo del trabajador, pero es importante tener en cuenta que hay un límite legal de 4.75 salarios mínimos mensuales para esta forma. Más adelante explicaré qué conceptos entran en el cálculo.

La forma que se elija dependerá de la preferencia de la empresa y de su forma de pago.

Veamos la primera forma: si la empresa decide pagar el 30% de sus utilidades repartidas mensualmente entre todos sus trabajadores, comenzará a hacerlo en la liquidación de sueldos a partir de enero de 2020. Este método no es tan común como la segunda forma, pero antes de seguir, te invito a suscribirte a nuestro canal de Youtube, puedes hacerlo en el siguiente enlace.

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Ahora vayamos a la segunda forma: para calcular el 25%, debemos incluir el sueldo base, las horas extras y los bonos imponibles, y luego multiplicar el total por el 25%. Dado que hay un límite legal de 4.75 salarios mínimos mensuales para esta gratificación, vamos a hacer un ejercicio sencillo: sumemos todos los conceptos imponibles (sueldo base, horas extras y bono de producción), apliquemos el 25% y multipliquemos el resultado por el límite legal de 4.75 salarios mínimos mensuales. Sabiendo que el salario mínimo mensual en 2020 es de 320.500 pesos, podemos calcular el valor anual de la gratificación multiplicando este valor por 4,75. La mayoría de las empresas prefieren pagar este concepto de forma mensual, por lo que dividiremos el total entre 12 meses. Por ejemplo, si el ejercicio nos da un valor de $124.375 y la empresa elige esta opción, pagará el menor valor posible antes de llegar al límite. Así es como se calcula la gratificación en las dos formas disponibles, que serán elegidas por la empresa.